24 set 2023 Publicado en: Tips y consejos
Qué necesitás saber para la dentición del bebé

La mayoría de los bebés inician su proceso de dentición entre los 6 y 10 meses de vida. Sin embargo, es posible que te sorprendas al observar el primer asomo de un dientito en la boca de tu pequeño a tan solo 3 meses de edad. En casos excepcionales y raros, algunos bebés incluso pueden presentar su primer diente al nacer. Es importante recordar que los cimientos de estos dientes de leche se empezaron a formar mientras aún estaban en el útero, aunque permanecían ocultos bajo las encías durante ese tiempo.


El proceso de erupción dental se extiende a lo largo de varios meses y, aunque no siempre, sigue un patrón común: primero emergen los dos dientes inferiores centrales, seguidos de los dos superiores centrales, y posteriormente los dientes que se encuentran en los laterales y en la parte trasera de la boca.


Los dientes pueden emerger uno a uno o en grupos, y en algunos casos, pueden no nacer perfectamente alineados. No obstante, es importante señalar que con el tiempo, suelen acomodarse adecuadamente.


Los últimos dientes en hacer su aparición, los segundos molares, que se sitúan al fondo de la boca, tanto en la parte superior como en la inferior, normalmente surgen alrededor del segundo cumpleaños de tu pequeño o incluso algunos meses después.


Al llegar a los 3 años, tu hijo contará con la completa colección de 20 dientes de leche, los cuales no empezarán a caerse hasta que los dientes permanentes estén listos para emerger, aproximadamente alrededor de los 6 años.


Ahora bien, es natural preguntarse cuáles son los síntomas que pueden indicar que tu bebé está pasando por este proceso. Aunque algunos bebés atraviesan este período sin mayores inconvenientes, es común que muchos padres noten cierta incomodidad en sus hijos. Entre los síntomas más frecuentes se encuentran:


  • Irritabilidad o llanto.
  • Exceso de saliva que puede provocar irritación facial.
  • Encías sensibles e inflamadas.
  • Deseo de morder objetos.
  • Pérdida de apetito.
  • Dificultad para conciliar el sueño.
  • Frotarse el rostro y las orejas.

Si te encuentras en esta situación y deseas aliviar el malestar de tu bebé, aquí te brindamos algunas recomendaciones:


Ofrece algo seguro para masticar, como un anillo especial para la dentición o un paño húmedo que hayas enfriado previamente en el refrigerador (nunca en el congelador).

Masajea sus encías con un dedo limpio, aplicando una presión suave pero firme, para proporcionarle un alivio temporal del dolor.

Si tu bebé ya ha comenzado a introducir alimentos sólidos, considera ofrecerle opciones frías, como yogur o puré de manzana bien refrigerados. Esto podría proporcionarle un poco de alivio al consumirlos.

En el caso de bebés más grandes que pueden consumir alimentos con sus manos, considera darle algo que pueda mordisquear, como un trozo de pan congelado o una galleta especialmente diseñada para la dentición. Sin embargo, recuerda mantener siempre una estrecha vigilancia para prevenir posibles atragantamientos.f

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